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Muchas veces, puede resultar interesante la compra de jamón o paleta ya cortados. Sin embargo, no todos los loncheados son iguales.
Por regla general cuanto mejor sea la pieza entera, mejores lonchas saldrán de ella.
Los loncheados suelen presentarse en paquetes de 100 y 150g envasados al vacío.
En la etiqueta encontraremos información importante sobre el producto, si es Ibérico 100%, de bellota, cebo, la fecha de caducidad. Dato que nos dará una idea de qué es lo que estamos adquiriendo.
La grasa infiltrada, deberá estar distribuida por toda la loncha de forma homogénea (veteado), y debería tener un color anacardo.
El color del magro, podrá variar de un tono rojo intenso, generalmente en los ibéricos de bellota, a un rojo más claro en el caso de los jamones de cebo, aunque el tono puede variar dependiendo de la parte de la que se haya realizado el corte.
La loncha deberá presentar un aspecto brillante, debido a que algunos de los ácidos grasos del jamón se funden a temperatura ambiente.
Las motas blancas que pueden aparecer (cristales de tirosina) nos indicarán que el proceso de curación ha sido natural y lenta, por lo que nos indicará que estamos ante un buen jamón, sin embargo, su presencia no es igual en todas las partes de la pieza, por lo que si no encontramos ninguno, tampoco quiere decir que el jamón sea de peor calidad.